Muchas fueron las batallas que los Estudiantes libraron contra Dàniel. Ellos fueron los grandes perjudicados por la moda boloñesa impuesta ‘a rodillo’ con la impiedad, a todas luces manifiesta, de Walthari.
Aunque los estudiantes fueran una de las clases más bajas y, por ello, maltratada históricamente, su pequeña cuota de poder (el 20 % de la Justa Electoral que elegía al rey) se convertía esta vez en decisiva –aunque estas cuestiones las desarrollaremos en otro capítulo–.
El reinado de Dàniel comenzó con su apoyo (manifestado quizá por el hartazgo del largo reinado de Gregorio I) y fue gracias a estudiantes y sirvientes como Dàniel I, El Breve, se alzó con el poder. Aunque, pronto se darían cuenta que las promesas lanzadas eran solo patrañas y mentiras y ese apoyo dado fue retirado.
En los primeros compases del reinado, el rodillo bolonio arrasó todo lo que encontró a su paso: exterminó la presencia de los estudiantes en los Consejos del Reino a paso diligente y en la implementación de Walthari la máxima jaculatoria repetida, con el consentimiento del rey Daniel era: ‘JRC danos fuerza para vencer; que la avidez y rapidez quite a los estudiantes de una vez’, no solo impidiendo su participación sino anulando las decisiones que aprobaron en las Juntas de Geta, por ejemplo.
Héna de Pravia, ministra para asuntos de estudiantes, una Hidalga Bárbara (bárbara por sus costumbres, sus ropajes, sus modales…) se encargaba de repetir, casi de memoria, y muy fielmente los mensajes de Daniel y Despuntado: “sí, sí, vamos a consultaros todo y queremos que participéis, porque es muy importante”.
Después siempre pasaba lo mismo: no se remitía la convocatoria de consultas del Consejo del Reino y los diferentes Ministros pasaban de largo como si de harapientos trapos se trataran. Sólo los Sumos Sacerdotes podían, a veces, dejar participar a los estudiantes en las distintas deliberaciones de los órganos sectoriales del Reino.
Por lo general, muchos de los estudiantes no daban problemas, aunque algunos capitanes, más inmersos en la política y devenir del reino, sí resultaban más molestos para los designios excelsos del rey Dàniel. Por ello trató de acabar una y otra vez con las viejas tradiciones instauradas por Gregorio I y muy arraigadas entre éstos. Entre ellas la más afamada era “la comida con el Rey”, que se celebraba todos los años cercano ya el ‘Equinocio de Invierno’ donde el gran Rey Gregorio I, rodeado de todos los Capitanes de Estudiantes, de los estudiantes del Consejo del Reino y de los Delegados sectoriales de Gremio, participaban en un tradicional ritual, puro en mano, en Colmenalejos. Dàniel fue la primera vez, pero su excelencia era demasiada para estar rodeado de pobres diablos que ni sabían lo que era el Quartil -unidad de medida de la excelencia del Reino-, ni el JRC y lo más similar a un paper habría provenido de algún estudiante ‘Puro’ que serían los únicos legitimados para poder dirigir la palabra a su rey y hacerle reverencias.
Pero aquello no hizo sino comenzar: las estancias del reino reservadas para los Capitanes de estudiantes fueron reducidas y, en algunos casos, incluso eliminadas por Héna de Pravia y Dàniel. Su crueldad no conocía límites y fueron reducidas las escasas haciendas que administraban para desempeñar sus actividades. Se anularon permisos y licencias y todo ello contribuyó a que una Comisión General Delegada de los Capitanes del Reino (la secreta Commondeleg) se reuniera para decidir que a partir de ese momento comenzaba la guerra contra Dàniel hasta que se consiguiera su destrucción. Los ataques y afrentas del déspota Daniel fueron en aumento, algo que ya continuaremos en el próximo capítulo.
Sin duda alguna, si los estudiantes tuvieran que elegir rey, los candidatos a la Justa serían Uan-chu, Mariaca y Amido, los 3 chefs de Geta, los más queridos en el reino.
CONTINUARÁ…
Si tan malo es Bolonia ¿Por qué ha aumentado la matrícula? Está claro que el público no comparte tu opinión. Y el público ha venido a estudiar, no a inventarse historias.
ResponderEliminarbtw. Un poco recargado tu estilo.
Anónimo 1: jajaja
ResponderEliminarDániel de Pena ha demostrado ser un consumado artista de los fuegos artificiales y del cartón piedra, eso es indudable
ResponderEliminarEsta claro que mucha gente no ha vivido la transición, la matrícula aumenta porque desde el exterior no se ve toda esta basura de plan.
ResponderEliminarCon Peces Barba se vivia mejor, por eso votaré a Luciano Coupled (Vendedor de champú anticaspa)
ResponderEliminarAnónimo 1, te queda mejor el traje de Héna de Pravia
ResponderEliminarYa era ahora que apareciera Héna de Pravia, su descripción es perfecta.
ResponderEliminarSeguid así.